miércoles, 16 de septiembre de 2009

Gente feliz

He buscado la causa profunda
De la felicidad humana.
Nunca la he encontrado
En el dinero, en el lujo,
En el propio provecho,
En el poder, en el ocio,
En el ruido, en el placer.

En las personas felices
He encontrado siempre
Una rica vida interior,
Una alegría espontánea
Hacia las cosas pequeñas,
Una gran sencillez.

En las personas felices
Me ha impresionado siempre
La falta de envidias insensatas.
En las personas felices
No he encontrado nunca
Impaciencia, agresividad
O divismo.
Casi siempre poseían
Una gran dosis de humorismo.

PHIL BOSMANS

UN ESCULTOR A PESAR DE NUESTRO TIEMPO: ARNO BREKER

De hace bastante tiempo esta publicación, en edición bilingüe francesa y castellana, es el libro elaborado por MICHEL MARMIN y JOSÉ MANUEL INFIESTA, titulado “ARNO BREKER, EL MIGUEL ANGEL DEL SIGLO XX” (Ediciones de NUEVO ARTE THOR, Barcelona, 1976).

Un libro de arte que, dada la ingente cantidad de obras sobre el tema se publican, bien podría pasar desapercibido. Sin embargo, no es así, porque este libro ofrece una especial singularidad: abre a la luz pública, al menos a la española, la muestra existente de otro tipo de arte distinto al que comúnmente prolifera y se nos tiene acostumbrado contemplar. El libro, por ello, es asimismo un sincero homenaje a una concepción escultórica hoy marginada: homenaje, al que humildemente esta revista GRIAAL desea también sumarse.
ARNO VREKER, hijo de padre renano y de madre lorenesa, nace en el año 1900 en Elberfeld, ciudad situada a unos 30 kilómetros de Düsseldorf.
Desde pequeño siente vocacionalmente la escultura, y empieza sus primeros estudios en la Escuela de Bellas Artes de su ciudad natal. Después pasa a Düsseldorf. En 1925, se traslada a París, capital de la nación del célebre escultor RODIN: principal inspirador, junto a MIGUEL ANGEL (BUONAROTTI), de su escultura. “En Francia – afirma BREKER – volví a empezar mi arte desde el principio, según la Naturaleza ante mí, estaba salvado”.
Conoció y entablo fuerte amistad con hombres de las artes y de las letras como los escultores CHARLES DESPIAU y ARÍSTIDE MAILLOL, los pintores VLAMINCK y DERAIN, y el oeta JEAN COCTEAU.
En Francia permanece hasta 1933. a partir de esta fecha y hasta 1934 reside en Roma, donde, junto a otros artistas, es invitado por el ministro alemán JOSEF GOEBELS a retornar a Alemania.
Los primeros tiempos en Alemania no le fueron fáciles, pero el nuevo enfoque que tomaba entonces el arte en aquel país y la protección de que gozaban ciertas corrientes artísticas por parte del Estado alemán de aquel tiempo, hicieron que BREKER destacara pronto y se afianzara como uno de los máximos exponentes del arte europeo.
Con el fin adverso para Alemania de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), BREKER padece también sobre su escultura el peso amargo el peso amargo de la derrota. “Yo poseía – dirá el escultor renano – los grandes estudios de Berlín, de una longitud de cien metros, que permanecían completamente intactos salvo los cristales. Entonces los norteamericanos sacaron todo fuera. Lo supe por los agentes de prensa norteamericana y pude ver en fotos las montañas de estatuas rotas en mil pedazos, arrojadas fuera de mi estudio. Toda mi obra desapareció por completo”.
A partir de entonces, BREKER puede considerarse como un escultor ignorado, hasta el extremo de estar oficialmente muerto como él mismo afirma hoy. Ningún museo del mundo, hasta donde nosotros sabemos, expone a BREKER; a excepción hecha, claro está, del museo de Figueras de SALVADOR DALÍ donde puede ser contemplado un magnifico retrato del poeta francés JEAN COCTEAU.
La escultura de ARNO BREKER es una escultura de VALORES. La FIDELIDAD, EL HONOR, LA AMISTAD, y CAMADERÍA, LA COMBATIVIDAD HEROICA, LA GRANDEZA DE ÁNIMO y LA FIRMEZA DE ESPÍRITU, son VALORES que están bien reflejados en sus obras; bien visibles, como un reto imperturbable al signo de los signos que corren. “ARNO BREKER – nos dice ALPHONSE DARVILLE – permanece fielmente unido a los valores de la tradición occidental y cree, en mi opinión con razón, en el poder de su influencia”. BREKER es, en definitiva, un escultor que se opone “caer en el NO-ARTE o la caída masoquista del no-ser por el no-ser”.
El mundo de hoy, por el contrario, ejemplo certero del anti-valor entronizado e imperante, desprecia y huye de todos los valores superiores sin que, como contrapartida pueda ofrecer otra cosa que CONFUSIÓN, AGITACIÓN y DUDA. Es lógico que, así las cosas, escultores como BREKER puedan sentirse e incluso difamados. Si su escultura no refleja, como decimos, otra cosa que una aspiración a un mundo superior del que cada vez más se aparta este tiempo moderno, a nadie extrañará que sus obras apenas encuentren leve aplauso y admiración en el mismo. No fue gracias a un mero accidente que ARNO BREKER PADECIERA, TRAS LA DERROTA DE ALEMANIA POR LAS FUERZAS ALIADAS, LA DESTRUCCIÓN DE MUCHAS DE SUS OBRAS A MANOS DE QUIENES, INCAPACES POR CONCEBIR FORMAS SUPERIORES DE VIDA A LO MERAMENTE CONTINGENTE, IMPEDÍAN EL INTENTO DE SALIDA DE UN MUNDO NUEVO QUE PUGNABA POR AFIRMARSE.
Sin embargo, no debe ante esto mostrarse desaliento, ni menos regatear favor ante este mundo de la DECADENCIA, pues ello significaría, antes que nada un resquebrajamiento de la firmeza interior que debe ser mantenida a toda costa. Pensemos que obtener y recibir la censura de este de este MUNDO CRESPUSCULAR, enfangado en su propia vanidad y soberbia, es, ante todo, un auténtico aval de limpieza y ejecutoria recta. Sospechoso sería ante nosotros quien, por el contrario, de este MUNDO recibiera los más encendidos elogios y galardones de todo tipo. IGNACIO VALDEZATE. Graal, Revista de Cultura para el tiempo nuevo, nº 1, junio-julio 1977, Director ISIDRO PALACIOS, Madrid. P. 84-92.
¿QUÉ ES GRAAL? La necesidad cada vez más apremiante de una nueva Cultura que tienda a elevar al hombre caído de la actualidad a la categoría de persona; y la falta de rigor, seriedad, auténtica talla intelectual y decoroso estilo de muchas iniciativas culturales de nuestro tiempo, motivan la aparición de una revista como GRAAL.

LA REVELACIÓN DE LA ESENCIA HUMANA, RAZÓN DE SER DEL RETRATO, NO ES REALIZABLE SINO POR INTERMEDIO DEL ARTISTA EJECUTANTE; POR ELLO ES POR ES POR LO QUE HE EVOCADO LA INOLVIDABLE EXPERIENCIA DE LA TRANSFORMACIÓN EN LA MUERTE.
ES EN LA PENETRACIÓN ESPIRITUAL RECÍPROCA ENTRE EL ARTISTA Y SU MODELO EN DONDE SE ENCUENTRA EL VERDADERO IMPULSO CREADOR, EL QUE ANIMA LOS AUTÉNTICOS MENSAJES.

ARNO BREKER

….SIN EMBARGO, EXISTEN VALORES INDESTRUCTIBLES ¡Y NO SE PUEDE SER ETERNAMENTE CULPABLE! ¡ASÍ YO NO PUEDO EXPONER PORQUE SOY UN CULPABLE! Y SI ALGUIEN ME INSULTA, ME INJURIA, EN LA PRENSA O EN OTRA PARTE, NO PUEDO DEFENDERME, PUES NUNCA ENCONTRARÍA UN JUEZ LO SUFICIENTEMENTE VALIENTE COMO PARA HACERME JUSTICIA. ¡NO EXISTO! ¡TENDRÉ SIEMPRE LA CULPA! ¡COMO EL VENCIDO! SOY UN VENCIDO, ¡ESO LO EXPLICA TODO!

ARNO BREKER


Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis nº 283

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